Cómo ha sido la evolución de los Códigos QR y cuál es su historia y origen

Los códigos QR, son un código de barras bidimensional cuadrada que puede almacenar los datos codificados,  los códigos QR se pueden ver en folletos, carteles, revistas, libros hasta artículos o productos del hogar, de forma inmediata nos llevan a una aplicación en internet y pueden ser un mapa de localización, un correo electrónico, una página web o un perfil en una red social.

Los códigos QR  han evolucionado tanto que son utilizados en aplicaciones móviles, tarjetas de presentación, hasta son aplicables para productos a la hora de hacer inventarios, mejor dicho son utilizados en todos los ámbitos

La tecnología ha transformado progresivamente la forma de comunicarnos, pasamos de informarnos en televisión o radio para consultar diarios digitales. Las tiendas se presentan en plataformas online como ecommerce y los códigos QR proporcionan más información sobre un producto, una tecnología que ha dado paso a las dedicatorias multimedia en el mundo del regalo o acompañando a las flores a domicilio.

Cada vez existen más aplicaciones móviles y herramientas para pc, que permiten conectar con el resto de usuarios de una forma más rápida y sencilla. Editores de fotografía y vídeo intuitivos, herramientas para crear gif con las fotos o crear infografías de forma eficaz. Los códigos QR se han convertido en una forma de incorporar información de rápido consumo y  acceso.

Historia de los códigos QR

Los códigos QR nacen en los años 90, creados por la compañía japonesa Toyota. Su finalidad inicial era registrar con rapidez los repuestos que llegaban al área de fabricación. Sin embargo, su uso se ha extendido y ampliado a varios sectores. El comercio electrónico es uno de los sectores que aplica los códigos QR para campañas de marketing u obtener cupones de descuento.

También, se han aplicado estos códigos en carteles de eventos, ofreciendo mucha más información que la presente en el cartel. Algunos productos han incorporado códigos en los productos con el fin de dar más información acerca de su fabricación, composición o incluso en alimentos concretos a través de estos códigos se puede acceder a recetas de cocina.

La ciencia también ha aplicado esta tecnología. Por ejemplo, en campañas para ayudar a enfermos de Alzheimer. Los datos del paciente se registran en un código que queda impreso en pulseras o colgantes, evitando daños mayores en caso de desorientación. La mayoría de empresas aplican la tecnología de códigos QR para conectar más con sus clientes.

Además, con esta tecnología queda registrado el uso que se le da al código QR. Las empresas pueden establecer estadísticas a partir de los datos que ofrece el código y mejorar las campañas de promoción, así como la calidad del producto.

Evolución de los Códigos QR

Una de las aplicaciones más novedosas de los códigos QR son las dedicatorias multimedia, como las que acompañan las flores a domicilio. La tecnología smartphone ha ayudado a implantar este tipo de dedicatorias en los regalos. Las tarjetas impresas quedan relegadas a un segundo plano para hacer un hueco a las dedicatorias multimedia.

 Aprovechando la versatilidad que ofrecen los códigos QR, se pueden integrar dentro de la dedicatoria mucho más que texto escrito, desde imágenes hasta un vídeo. Las dedicatorias multimedia adoptan mucha más personalidad y transmiten mucho más que un mensaje escrito.

 Gracias a esta tecnología la comunicación simple que ofrecía una dedicatoria pasa a ser un complemento perfecto para cualquier tipo de regalo, con un valor añadido, la personificación multimedia, los códigos QR son aplicaciones útiles y de fácil lectura, hasta en móviles, tables, con cualquier sistema operativo

Esta tecnología sorprende al destinatario, que recibe una tarjeta con un código QR sin esperarse que contiene. Al pasar el lector de su teléfono móvil comprobará que no solo está leyendo una clásica dedicatoria de un familiar o amigo, sino que podrá escucharlo y verlo.   Además, ofrece la posibilidad de guardar la dedicatoria en el móvil, mostrarla y volverla a ver siempre que quiera.